sábado, 17 de abril de 2010
…nada más y nada menos que humanos
Ese fue el primer mensaje que recibí el 15 de abril por la tarde, cuando terminó la reunión de trabajo entre el Gobierno de España y la Comunidades Autónomas en el Comité de Regiones en Bruselas. Creí que era una broma el comentario de que no podríamos volver a Sevilla, como estaba previsto esa misma tarde, incredulidad, desconcierto, impotencia…
La mente se dispara en momentos como este, situaciones que no “controlamos”. La agenda salta en mi cabeza “mañana a las 10 tengo que estar en Córdoba, después Posadas, el sábado en Madrid, y por la tarde el Pregón de la Virgen de la Cabeza en Andújar…” Al mismo tiempo pienso en la familia. Somos tan importantes…
Tengo que volver, y empiezas a competir con algo tan Natural como un volcán en erupción en Islandia de nombre impronunciable. Y piensas que estamos en el siglo XXI, en la era de las nuevas tecnologías, y en poco tiempo esto estará solucionado. Hemos creído imponernos a la naturaleza. Tenemos que respetar más que intentar controlar las leyes de la naturaleza.
Los aeropuertos están cerrados, los trenes colapsados y hay serias dificultades para alquilar un coche… Y fue coche desde Bruselas hasta Barcelona, y tren hasta Sevilla. 2.300 kilómetros.
Y sigo pensando que no somos imprescindibles. Somos importantes pero no imprescindibles. Tan importantes y tan frágiles como una porcelana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es bueno que, de vez en cuando, pasen cosas como estas que nos ayuden a relativizar. Pero en ese proceso nunca debemos olvidar lo que de verdad es importante. Que todos los seres humanos tienen derecho a ser felices. Que no todos y todas somo iguales, pero que tenemos los mismos derechos. Que mientras más frágiles y vulnerables son, más debemos aportar el resto en favor de su bienestar.Que este mundo está muy mal repartido y que debemos hacer mucho para que el rerparto sea más equitativo. Peor al final... es verdad que somos poca cosa frente a una naturaleza a la que no dejamos de ladrar y golpear como un chiuagua a un mastín
ResponderEliminarTienes toda la razón... hemos olvidado que somos una parte más de este planeta, que estamos aquí de alquiler y que el suelo que pisamos es prestado. Qué casualidad, hoy también hablaba de "humanidad" en mi blog... se nos está olvidando que somos personas. Un beso
ResponderEliminarYo también comparto: "Tenemos que respetar más que intentar controlar las leyes de la Naturaleza", y creo que es mucho más apropiada esta máxima que esa de "tenemos que cuidar de la naturaleza". Está más que visto y comprobado que la Naturaleza se cuida sola. Nosotros con respetarla ya haríamos bastante.
ResponderEliminar