Imagen folleto JORNADAS CONMEMORATIVAS DEL 75 ANIVERSARIO DEL SUFRAGIO FEMENINO EN ESPAÑA. IAM. OCTUBRE 2006.Quiero aprovechar este espacio para compartir mis reflexiones sobre una fecha emblemática para todas las españolas: 1 de octubre de 1931, cuando las Cortes Republicanas, aprobaban el derecho al sufragio femenino por 161 votos a favor y 21 en contra.
Quiero ver ese día como el primer paso necesario para iniciar el camino que conduce a la igualdad real entre mujeres y hombres. Un hito histórico que nos hace recordar nuestra plena incorporación a la ciudadanía gracias al talento y la lucidez de la diputada Clara Campoamor y de tantos hombres y tantas mujeres de su generación.
Y es que convertirse en ciudadanas significa tener poder para cambiar la realidad y eso significaba un cambio en la agenda política. Hoy, 79 años después, las necesidades de las mujeres son bien diferentes, ya no luchamos por el derecho a la educación o nuestras libertades individuales. Ahora son otras nuestras demandas: la plena incorporación y participación de las mujeres en el ámbito laboral, acabar con la desigualad salarial, avanzar en la conciliación y la corresponsabilidad, la búsqueda de soluciones a la crisis reformando el actual del sistema económico y social y seguir combatiendo todo tipo de violencia machista.
Caminar hacia la democracia paritaria implica el acceso de más mujeres a puestos de relevancia en el poder político, implica seguir manteniendo activa y visible la agenda de la igualdad. Porque hoy más que nunca la igualdad ha de ser una de las bases sobre las que construir el nuevo modelo global, que nos conduzca a un desarrollo más justo y más equilibrado.
Quiero ver ese día como el primer paso necesario para iniciar el camino que conduce a la igualdad real entre mujeres y hombres. Un hito histórico que nos hace recordar nuestra plena incorporación a la ciudadanía gracias al talento y la lucidez de la diputada Clara Campoamor y de tantos hombres y tantas mujeres de su generación.
Y es que convertirse en ciudadanas significa tener poder para cambiar la realidad y eso significaba un cambio en la agenda política. Hoy, 79 años después, las necesidades de las mujeres son bien diferentes, ya no luchamos por el derecho a la educación o nuestras libertades individuales. Ahora son otras nuestras demandas: la plena incorporación y participación de las mujeres en el ámbito laboral, acabar con la desigualad salarial, avanzar en la conciliación y la corresponsabilidad, la búsqueda de soluciones a la crisis reformando el actual del sistema económico y social y seguir combatiendo todo tipo de violencia machista.
Caminar hacia la democracia paritaria implica el acceso de más mujeres a puestos de relevancia en el poder político, implica seguir manteniendo activa y visible la agenda de la igualdad. Porque hoy más que nunca la igualdad ha de ser una de las bases sobre las que construir el nuevo modelo global, que nos conduzca a un desarrollo más justo y más equilibrado.
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