20 de noviembre de 2011, Día de la Infancia
HAY datos que no deberían dejarnos indiferentes: más de 1.000 millones de niños y niñas viven o, mejor dicho, sobreviven en zonas de conflicto armado en todo el mundo; unos 150 millones son obligados a mantener relaciones sexuales o han sido víctimas de otras formas de violencia y explotación sexual; otros 150 millones de niños y niñas de 5 a 14 años son sometidos al trabajo infantil, y cada año 1,2 millones son víctimas de la trata de menores. Y ahora mismo, mientras usted lee este artículo, más de medio millón están en peligro de muerte por desnutrición en el Cuerno de África.
Son algunas de las cifras que necesitamos recordar ante la celebración, mañana, del Día Universal de la Infancia proclamado por la Asamblea de Naciones Unidas en 1989, en conmemoración de la aprobación de la Convención de los Derechos de los niños y niñas ratificada por España en 1990. Denunciar esta realidad y sensibilizar a los andaluces y andaluzas de todas las edades sobre esta dolorosa realidad, que vulnera diariamente los derechos de la infancia en muchos lugares del planeta, es la única manera de cambiar la situación y de tomar conciencia de que los derechos de la infancia son los deberes de los adultos en Andalucía, en España y en todo el mundo.
La infancia necesita el apoyo de toda la sociedad para vivir y crecer dignamente y, por supuesto, necesita políticas eficaces que salvaguarden y promuevan sus derechos fundamentales, especialmente para los y las que tienen mayores dificultades. Políticas que para la Junta de Andalucía desde 1998, cuando se aprobó la Ley de los derechos y la atención al menor, han tenido y tienen fundamentalmente tres objetivos. Primero, garantizar los derechos y libertades de la infancia reconocidos por la Constitución y otras normativas internacionales como la Convención. Segundo, promover su desarrollo armónico y bienestar en el núcleo familiar, y proteger y atender de manera integral a aquéllos que carecen de familia o sufren desprotección. Y tercero, promover la investigación, la formación y la evaluación para mejorar el conocimiento sobre la realidad y las necesidades de la infancia.
En el Gobierno andaluz estamos convencidos de que es la manera más responsable de mejorar la calidad de vida infantil, de defender "el interés superior del menor", como elemento básico del sistema de protección y de tener en cuenta sus aspiraciones y deseos. El tiempo que vivimos exige máxima responsabilidad para preservar derechos de ciudadanía conquistados, y afrontar retos sociales, educativos, económicos y ambientales que también son de y para la infancia.
Son retos que exigen un compromiso ético y social de toda la ciudadanía, movimiento asociativo y de voluntariado, medios de comunicación, centros educativos, agentes económicos, sociales y políticos y, especialmente, de las familias andaluzas. Porque es en tiempos de crisis cuando los derechos de la Infancia deben ser prioritarios en la Agenda Social. Por ello, como ha dicho el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, "invertir en los derechos de la infancia es fundamental para conseguir un desarrollo humano sostenible" y así lo vamos a seguir haciendo.
No se pueden poner en peligro sus derechos, tenemos una responsabilidad personal y pública para asegurarles un desarrollo integral que satisfaga sus necesidades en cada una de las etapas evolutivas que configuran su desarrollo personal. Tenemos un compromiso para construir una Andalucía Amiga de la Infancia adquirido a través del Pacto Andaluz por la Infancia, aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos en el Parlamento, en respuesta al llamamiento realizado por el Defensor del Menor de Andalucía y de Unicef. Es un Pacto que pone de manifiesto la voluntad política de reforzar el marco de derecho y la protección de la igualdad de oportunidades para la infancia, que es nuestro futuro y que sigue siendo imprescindible para mejorar el presente.
Ahora es el momento de seguir avanzando juntos, con y para los niños y niñas, y de renovar nuestro compromiso por y para la Infancia de Andalucía, España y el mundo. Así lo están haciendo ya las personas, familias y entidades que próximamente serán galardonadas con los Premios Andaluna de Atención a la Infancia, a las que quiero transmitir mi más sincera y profunda felicitación.
Son algunas de las cifras que necesitamos recordar ante la celebración, mañana, del Día Universal de la Infancia proclamado por la Asamblea de Naciones Unidas en 1989, en conmemoración de la aprobación de la Convención de los Derechos de los niños y niñas ratificada por España en 1990. Denunciar esta realidad y sensibilizar a los andaluces y andaluzas de todas las edades sobre esta dolorosa realidad, que vulnera diariamente los derechos de la infancia en muchos lugares del planeta, es la única manera de cambiar la situación y de tomar conciencia de que los derechos de la infancia son los deberes de los adultos en Andalucía, en España y en todo el mundo.
La infancia necesita el apoyo de toda la sociedad para vivir y crecer dignamente y, por supuesto, necesita políticas eficaces que salvaguarden y promuevan sus derechos fundamentales, especialmente para los y las que tienen mayores dificultades. Políticas que para la Junta de Andalucía desde 1998, cuando se aprobó la Ley de los derechos y la atención al menor, han tenido y tienen fundamentalmente tres objetivos. Primero, garantizar los derechos y libertades de la infancia reconocidos por la Constitución y otras normativas internacionales como la Convención. Segundo, promover su desarrollo armónico y bienestar en el núcleo familiar, y proteger y atender de manera integral a aquéllos que carecen de familia o sufren desprotección. Y tercero, promover la investigación, la formación y la evaluación para mejorar el conocimiento sobre la realidad y las necesidades de la infancia.
En el Gobierno andaluz estamos convencidos de que es la manera más responsable de mejorar la calidad de vida infantil, de defender "el interés superior del menor", como elemento básico del sistema de protección y de tener en cuenta sus aspiraciones y deseos. El tiempo que vivimos exige máxima responsabilidad para preservar derechos de ciudadanía conquistados, y afrontar retos sociales, educativos, económicos y ambientales que también son de y para la infancia.
Son retos que exigen un compromiso ético y social de toda la ciudadanía, movimiento asociativo y de voluntariado, medios de comunicación, centros educativos, agentes económicos, sociales y políticos y, especialmente, de las familias andaluzas. Porque es en tiempos de crisis cuando los derechos de la Infancia deben ser prioritarios en la Agenda Social. Por ello, como ha dicho el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, "invertir en los derechos de la infancia es fundamental para conseguir un desarrollo humano sostenible" y así lo vamos a seguir haciendo.
No se pueden poner en peligro sus derechos, tenemos una responsabilidad personal y pública para asegurarles un desarrollo integral que satisfaga sus necesidades en cada una de las etapas evolutivas que configuran su desarrollo personal. Tenemos un compromiso para construir una Andalucía Amiga de la Infancia adquirido a través del Pacto Andaluz por la Infancia, aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos en el Parlamento, en respuesta al llamamiento realizado por el Defensor del Menor de Andalucía y de Unicef. Es un Pacto que pone de manifiesto la voluntad política de reforzar el marco de derecho y la protección de la igualdad de oportunidades para la infancia, que es nuestro futuro y que sigue siendo imprescindible para mejorar el presente.
Ahora es el momento de seguir avanzando juntos, con y para los niños y niñas, y de renovar nuestro compromiso por y para la Infancia de Andalucía, España y el mundo. Así lo están haciendo ya las personas, familias y entidades que próximamente serán galardonadas con los Premios Andaluna de Atención a la Infancia, a las que quiero transmitir mi más sincera y profunda felicitación.
Me alegro que hayas escrito esto. Parecía que, como siempre, cualquier evento por importante que sea, como es el caso de unas elecciones generales, justifica el olvido de una fecha tan importante para los más jóvenes, que en nuestra Andalucía suponen casi un veinte por diento de la población. Gente lider en derechos sociales en España, com es tu caso, debe seguir manteniendo viva la llama de la conquista de los derechos infantiles y más, si cabe, en época de turbulencias como la actual. Si los "mercados" dichosos se olvidan de la ciudadanía en general ¿Cómo no lo va a hacer de aquellos que no tienen en muchos casos siquiera posibilidad de protestar? Adelante y ánimo. Por cierto, vuestro Observatorio de la Infancia cada vez mejor y más cercano con la facilitación del uso de las redes. Son grandes profesionales que ayudan a los que están al pie del cañón a contar con los mejores instrumentos para lograr el bienestar de niños y niñas.lo dicho, ánimo y ¡Ni un paso atrás en las conquistas de los derechos infantiles!
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